La
voz de una mujer se oye por el altavoz.
Pasos
apresurados por los corredores.
Gritos
sin sentido de un lado a otro, desquiciados.
Yo en
una habitación blanca, amarrado a una cama.
Abro
los ojos tendido en la grama, bajo un árbol.
Maldito
sueño de siempre, un mal sueño.
Por
lo menos estoy ya despierto, soy libre, como antes.
Puedo
oler el viento, y sentir el agua en mis pies.