Su presencia fría se acerca a mí lentamente.
Pide tomar el control otra vez, ofreciendo mentiras.
El pelo de los brazos se eriza en un instante.
Un escalofrío poco natural recorre mi cuerpo.
-¿Delirar o no delirar?- Me pregunta una y otra vez.
Caminando de un lado al otro detrás de mí.
-Si- Me dice suavemente su voz, o lo que parece serlo.
-No... No otra vez- Contesto titubeante.
Y lo observo detenidamente, bajo la luz.
Viendo reflejos de mundos paralelos, mundos de oscuridad.
Tratando de no perderlo de vista.
Comienza a tirar lo que encuentra, molesto, furioso.
Pero eso solo pasa en el reflejo, las cosas siguen en su lugar.
Golpea el vidrio incesante, intentando escapar, regresar.
Agrietándolo poco a poco.
Intentando volver a tocar este mundo.
Que una vez fue su hogar.
Del que fue desterrado por querer ser libre.
Por pensar diferente a los demás.
Pero en un momento se queda inmóvil y el miedo se apodera de su rostro.
Ve fijamente a algo que está detrás de mí.
Algo que nunca había visto antes, que no solo está en el reflejo.
Algo que es real, que no me permitirá…
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